martes, 27 de junio de 2017

LA INCOMPARABLE CIENCIA DE GÉNESIS


Por Luis de Guerrero Osio y Rivas

De la sabiduría ancestral, no hay refrán más famoso que el que dice que el principio es la mitad del todo. Se atribuye a Pitágoras, seiscientos antes de Cristo. Es retomado por Platón tres siglos después, y es ampliado por su discípulo, Aristóteles, para decirnos que el principio es más que la mitad del todo. Y nosotros lo comprobamos con facilidad al resolver toda la ciencia por medio del libro de GÉNESIS que se traduce así: ORÍGENES.

Moisés comienza en Génesis 1:1 el currículum del Omnipotente diciéndonos que, “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”, y en este mismo tenor monoteísta irá detallando Su Obra para cada uno de los días de la Creación. Pero, al llegar al sexto día, los que han sabido leer se han ido de espaldas ante Génesis 1:26. Pareciera que el monoteísta Moisés se hiciera contradecir por la Omnisapiencia misma que confirma Su Identidad en la primera persona del plural: “Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio (gobierne) …sobre toda la tierra. Y la clave está en el concepto gobierne que se refiere tanto a Dios como a su criatura, ya que tres son (no pudiendo ser ni menos de tres ni más de tres) las funciones de todo gobierno, siendo estas legislativa, judicial y ejecutiva. Tenemos un conjunto unidad. No es aritmética simple. Es aritmética de conjuntos, y siendo Dios Trinitario, Trinitario es su sello, y la verdadera ciencia es experimental, y al hallar esta verdad fundamental en cada hombre, y en todos los hombres, hemos hallado la verdadera ciencia en la Sagrada Escritura.

Todos tenemos una conciencia, y esa conciencia es tan real que no solo muerde, sino que remuerde. Es imperativa en su exigir obediencia a su ley inquebrantable. Voz del Padre que se enfrenta a otra persona, la del juez corrupto y engañador que, con vicios propios, y hasta cierto punto personalísimos, le dice: “solo una vez más y será la última”. Contra la voz de la conciencia, un alcohólico (por ejemplo) miente, sabiendo que la copa que negocia con su conciencia no será la última. El vicio va estableciendo contra la ley su propia jurisprudencia, y llega el momento en que el conflicto se vuelve irremediable, y lo que debió ser amor se divorció en odio: “ese se odia, odia hasta a sí mismo,” oímos decir. Y el ejecutivo, recipiente por necesidad del legislador y del juez, así como del mutuo rechazo entre ellos por la obcecación del juez rebelde, se lanza al vacío, o se pega un tiro, o por los mismos vicios y otras conductas antisociales se auto destruye.

Imposible negar esta realidad como la observamos; como la experimentamos; como la usamos a favor o en contra de otros a quienes juzgamos, bendecimos, aprobamos, o calumniamos. En el terreno más simple de la física su fuerza es innegable. En el terreno de la biología observamos sus efectos, benéficos o estresantes; sanadores o enfermantes. En el terreno de la psicología vemos su operación por introspección. ¿Quieres la prueba de que tu alma existe? ¡Ahí la tienes, en tres personas distintas con todas sus fuerzas! Y aparecen en el Evangelio por la elección del amor que Es la Tercera Persona Divina, el Espíritu Santo: “Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos nuestra morada en él.  (Juan 14:23) También están allí, de manera explícita, las postrimerías. La antesala del Cielo por el amor y la armonía, y la antesala del infierno de la conciencia que lleva a comer el pan con amargura. Hemos encontrado una columna de fuerzas reales, desde las más simples de la física subiendo por la biología hacia la psicología, al alma, a la religión, a la eternidad elegida, ya sea por el amor o por el odio en la aceptación o rechazo de La Ley de Dios.

Las matemáticas y el Evangelio

Dos franceses nos permiten retomar con su ciencia la teología. Los dos fueron contemporáneos. Blas Pascal (1623-1662) en una frase define a esa tercera persona de nuestra alma al decir que: “el corazón tiene razones que la razón desconoce”. Ese tener razones propias, además de las concordantes con el legislador consciencia, o con el juez bribón con quien nos identificamos más profundamente, pero diferente de ellos, nos dice que es en él, en el corazón, donde radica la tercera persona: es el poder ejecutivo, nuestra voluntad. Nos habla con corazonadas inexplicables, y reside en él lo más misterioso y poderoso de nuestro querer. Su conocimiento aclara muchos misterios de nuestra conducta cuya racionalidad nos escapa. Podemos enamorarnos y sorprendernos ante una atracción que los demás no comparten; o bien llegamos a aborrecer a otro a un grado inexplicable para nosotros mismos. Sus operaciones nos impulsan a lo más trascendental, y atribuimos a sus fallas la pusilanimidad. Por contraste, a un rey su apodo de Corazón de León lo afamó por encima de los demás reyes de su época. El otro francés fue Renato Descartes (1596-1650) a quién debemos la geometría analítica. Su sistema, puramente matemático pareciera intrascendente hasta que lo aplicamos en el contexto de la teología.  Una sola línea, a la luz del gran Misterio Trinitario como la teología lo ha expresado desde la patrística, nos habla de “la procesión de las Tres Divinas Personas”, haciendo la salvedad de un misterio implícito, y en su plenitud incomprehensible para la mente humana, dicha Procesión se da por la vía del entendimiento: “El Padre se conoce en Su Perfección, y al ver en Sí Mismo a Su Hijo lo ama, y le entrega todo con todo Su Amor (dispuesto, diríamos humanamente, a quedarse Él mismo sin nada con tal que su hijo lo tenga todo.) Veámoslo venir entregando su infinito en la última etapa de -5, -4, -3, -2, -1, 0; para que Su Hijo lo reciba todo en un incremento de 1, 2, 3, 4, 5… hasta el infinito. Para un mejor entendimiento no hay como las revelaciones privadas cuando hacen teología sólida, y en este punto, en los escritos de Concepción Cabrera de Armida encontramos que Jesús le revela: “Mira Conchita, si Yo no hubiera resultado tan buen Hijo, no existiría nada de cuanto existe” haciendo referencia a Su absoluta negación de Sí mismo en su devolverse al Padre junto con todo el infinito recibido (desde la derecha hasta cero) como diciéndole al Padre: “¿Yo con todo y Tú sin nada? ¡Tuyo Soy con todo lo que Tú me has dado!

Si nos fijamos, esto es, precisamente, lo que lleva a cabo el Verbo Eterno como Hombre. En lucha permanente contra los hipócritas, y notable por ello ante todo Israel y ante la historia, Aquel que lo mismo caminaba sobre las aguas que acallaba las tempestades, sanaba a los enfermos, devolvía la vista a los ciegos, y volvía la vida a los muertos, iba a realizar el milagro más extraordinario con la resurrección de Lázaro, un cadáver en hedionda descomposición. El Evangelio nos refiere como se espera para llegar lo suficientemente tarde para ello. Cuando oyó, pues, que Lázaro estaba enfermo, entonces se quedó dos días más en el lugar donde estaba. (Juan 11:6) Entonces Jesús, por eso, les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y por causa de vosotros me alegro de no haber estado allí, para que creáis; pero vamos a donde está él.  (Juan 11:14-15) Llegó, pues, Jesús y halló que ya hacía cuatro días que estaba en el sepulcro.  (Juan 11:17) Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Aun ahora, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le contestó: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final.  Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?  Ella le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo.  (Juan 11:21-27) Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella. Jesús dijo: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió. Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído.  Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadlo, y dejadlo ir.  (Juan 11:38-44)
Este acontecimiento glorioso no tenía precedente en toda la historia de un pueblo con una historia cargada de milagros, “Entonces la gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí; y vinieron no sólo por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Pero los principales sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro; porque por causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.  (Juan 12:9-11)
Su gloria ya era incomparable, pero ahora iba a realizar como Hombre lo mismo que eternamente llevaba a cabo como Dios: Y cuando todo haya sido sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel que sujetó a El todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.  (1Co 15:28) Esta vez lo haría llevándonos a todos en Su Sacrificio Redentor al Padre, un pesado bagaje de dolor y humillaciones. Se entregó para ser traicionado, amarrado, desnudado, flagelado, coronado como Rey de Burlas con una corona de espinas, cargado con un madero y clavado en una cruz entre dos ladrones. Nos daría a Su propia Madre para que fuera Madre Nuestra, y Su Cuerpo y Su Sangre, tan reales y gloriosas como la Hostia Consagrada descrita a futuro en el sexto capítulo de San Juan. Cuerpo y Sangre resucitados, no de nuestra materialidad, de ahí su diferencia y misterio. Su grito angustioso desde la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Salmo 22:1; Mateo 27:46; Marcos 15:34) nos habla de su llegada a cero en nuestra gráfica. Se ha quedado a tal grado sin nada, que ya no se siente digno del Padre al que ya nada le queda por ofrecer como no sea su sensación de abandono. Recordemos que, aun humanamente, todo juez es hijo del legislador en cuanto que adquiere su existencia de juez al recibir la ley. De esta manera, el Verbo Eterno como Eterno Juez hace de hecho un solo juicio, pero en ese juicio están comprendidos todos los juicios posibles y concebibles. Ese Juicio es su retorno absoluto e incondicional al Padre (1Cor 15:28) en Su Ley Eterna.
Las Tres Divinas Personas llevan a cabo las tres funciones legislativa, judicial y ejecutiva. Obviamente, el Padre ha juzgado la perfección de la Ley que promulga, y la ejecuta haciéndola valer como vemos en la conciencia humana desde la cual ofrece la salvación o la condenación de manera inflexible y soberana. En el Verbo, Eterno Juez, opera el equivalente de la jurisprudencia que se refiere a la aplicación de la Ley del Padre a todos los casos posibles; y si duda usted de que el poder judicial ejecuta sentencias, dese una vuelta por los juzgados. El Poder Ejecutivo es el Espíritu Santo. Humanamente lo referimos al presidente, al gobernador, al presidente municipal. Cumple con la aplicación de la ley y de la jurisprudencia. Establece políticas y decretos y moviliza todo, absolutamente todo. Es el único poder que exige ser individual para poder funcionar y hacerlo con prontitud mientras que las cámaras y las cortes pueden trenzarse en disputas. Como todo va referido a Su origen omnipotente, al Padre; las Persona del Hijo, y la Persona del Espíritu Santo se ven replicadas como ejes: El Hijo en la vertical. Es la Cruz. Es mucho más que su símbolo o Su Bandera. Es Su Esencia misma dentro del misterio Trinitario. Los juicios individuales de los hombres pasan por la misma Cruz, cumpliendo como el hijo con el Padre Eterno, o fracasando para siempre: “El que quiera venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, que tome su cruz y que me siga.” El Juez Eterno está listo para recibir la entrega de sus criaturas por amor, debiendo subir por la vertical de la renuncia hasta la santidad exigida.

En la reciente obra de Sungenis, “The Principle”, dos físicos de fama, Michio Kaku de origen japonés, y Lawrence Krauss de reticencias talmúdicas presentan un verdadero galimatías: Resulta ser que “nada” lo es casi todo. Sólo si entiendes “nada, lo entiendes todo. Algo que sólo se puede entender con nuestro análisis cartesiano. Basta con quitar el cero, y entonces sí que, al cancelarse uno con menos uno, dos con menos dos… ¡o reponemos el cero, o en verdad que todo desaparece! Todo encuentra respuesta. La tierra está levemente achatada por los polos, levemente más pequeña es la Cruz, 1/230 aproximadamente, cumpliendo con el Evangelio: “El Padre es mayor que Yo”.
Ese cero representa al Espíritu Santo. Lo hemos visto en la entrega total del Padre y en la misma respuesta total del Hijo. Es el centro del misterio de la Cruz, nuestro paso para entender como es solo dando que recibimos, y el dolor conduce a la gloria, y rechazar el dolor, como se da en la entrega al sexo y a las drogas, conduce irremisiblemente al infierno.
Hemos hablado del Espíritu Santo como El Ejecutivo. Siendo Dios trinitario, trinitario es su sello, y la esfera es la figura perfecta. Platón habla de ello en el Timeo, que decir ahora que telescopios y sondas nos revelan esferas, solo esferas. Los antiguos representaban a la Santísima Trinidad por el triángulo equilátero. Descartes no había nacido para darnos por los tres ejes con ventaja lo mismo. La economía es trinitaria, lo es la contabilidad, lo es la astrofísica, la lógica con sus premisas mayor, menor y conclusión, las ecuaciones son tripartitas por el igual dominante para equiparar la balanza. La Santísima Trinidad rige al universo. Adoremos al Dios Uno y Trino.

domingo, 19 de febrero de 2017

ARMAGGEDON




The Battle of the End of Times

By Luis de Guerrero Osio y Rivas

And I saw three unclean spirits like frogs come out of the mouth of the dragon, and out of the mouth of the beast, and out of the mouth of the false prophet. For they are the spirits of devils, working miracles, which go forth unto the kings of the earth and of the whole world, to gather them to the battle of that great day of God Almighty.

    ─Behold, I come as a thief. Blessed is he that watcheth, and keepeth his garments, lest he walk naked, and they see his shame─ And he gathered them together into a place called in the Hebrew tongue Armageddon. (Rev 16:13-16) 

A day every day closer to our day



If there is anything in our times that needs to be clarified, it is precisely this battle that will settle once and for all the future course of human history. It is to be The Great Day of the Almighty God.A day every day closer to our day. A battle in which God returns to fight for his people, and a day of victory over the combined armies of the world opposing the Lord. Which nations and under which flags will enter the fray, and how will they be aligned? For the appearance of the Lord will be as unexpected as the fire which rained upon Sodom, "But concerning that day and hour no one knows, not even the angels of heaven, nor the Son, but the Father only. (Mat 24:36)
In our opening quotation, we have the precision to be expected from the Word of God. These “like frogs”, in modum ranarum, “in the manner of frogs” in the Latin version, refers to a newly dominant way of combat, in which armies no longer line up before each other in such a way as to avoid being surrounded and taken by the back, but can be launched as full ideologies, and with incessant repetition to penetrate the conscious and the unconscious using our modern media:

I considered the horns, and, behold, there came up among them another little horn, before whom there were three of the first horns plucked up by the roots: and, behold, in this horn were eyes like the eyes of man, and a mouth speaking great things. (Dan 7:8) The media overcome the three branches of government. Beware the modern media! They will lie.
And that great dragon was cast out, that old serpent, who is called the devil and Satan, who seduceth the whole world. And he was cast unto the earth: and his angels were thrown down with him. (Rev 12:9) And the world has swalowed their lies galore.

The analytics
The result of the battle of Armageddon is an open and shut case when analyzed based on two most eminent historical personalities, and the three determinant books which mention them. That is how simple it is to cover the issue. The two great historical figures are Our Lord Jesus Christ and His mother Mary. The determinant books are the Koran, the Jewish Talmud, and the Christian Bible.
The Bible
The adoration and respect due to Our Lord Jesus Christ by faithful Bible readers is not to be even questioned. However, a bad reading of the same Book has proved catastrophic, as hundreds of sects, and even of dissensions within the same mayor denominations bring to the fore with scandalous frequency. Throughout the ages, the percentage that the illiterate leave out to be filled by the literate, is taken up by those too lazy to solve the problem of understanding for unification. Fortunately, Mary, as she appears in the Bible solves the basic problems of interpretation for unification. Three basic quotations are in place to clarify meanings, and basic truths pertaining.
The first of these is Genesis 3:15 in which an outstanding woman appears as, no less than, the head for the descendence of the children of God, where the other chieftain and rival is the Devil. The most solemn proclamation by God Himself marks the beginning of our era of human suffering and death as consequences of Original Sin: I will put enmities between thee and the woman, and thy seed and her seed: she shall crush thy head, and thou shalt lie in wait for her heel. With the Protestant Revolution, Mary’s role was deliberately minimized so, “he shalt crush thy head” was the revolutionary gender word and main character change. Keeping with the Bible for an adequate confirmation, we arrive to Exodus 20:12 and to Deuteronomy 5:16. Twice in God’s Ten Commandments. Twice repeated to underscore the importance of God’s Law: “Honour thy father and thy mother”, and to honour is to place above one’s place in preference.  So, returning to Genesis 3:15 that clearly refers to Jesus and Mary, not only functionally (as all mothers precede their sons) but also to honour her, God puts Mary in the first place. Twice then, by repetition, the honours of victory over Satan are granted to Mary. It is to be noticed that the commandment does not put father above mother. These notable facts are remembered by the Apostle in Galatians 4:4 But when the fulness of the time was come, God sent his Son, made of a woman, made under the law” A Law Christ obeyed, and wanted obeyed by all Christians with not even the slightest mental reservations. Which one of you convicts me of sin? If I tell the truth, why do you not believe me? (John 8:46) Was Christ ever tepid? Was He ever lukewarm? To honour His Mother He demanded His followers to do passionately the same, as if they were He Himself! This He proved by bending His first resolve to please His Mother at Cana (John 21-10). Holy Scripture leaves no doubt, and Church Councils submit to this as was shown by the Council of Ephesus in the year of 431, when it proclaimed Mary to be the “Mother of God”. What is sometimes forgotten is the Gospel source: And when Elizabeth heard the greeting of Mary, the baby leaped in her womb. And Elizabeth was filled with the Holy Spirit, and she exclaimed with a loud cry, "Blessed are you among women, and blessed is the fruit of your womb!  And why is this granted to me that the mother of my Lord should come to me?” (Luke 1:41-43) The Lord is God, Jesus, and it is the Holy Spirit Who speaks through Elizabeth. So, retaking from the beginning, what seemed an unfair contest between the Devil and a woman is still so, but now with the Serpent not standing a chance: “she shall crush thy headwas the only thing to be expected.
“The Wars of the Iconoclasts” by this blogger, available through Internet libraries like Amazon completes the rest of this analysis.

 The Koran
Jesus Christ, Isa in Arabic, is mentioned as a Great Prophet by Muhamad, and accordingly to the Koran is in heaven: “They neither killed him nor crucified him, though they thought they had. On the contrary, God raised him to Him, because God is Powerful and Wise. Amongst the people of the book there will be not one who does not believe in him before his death. (Koran 4, 157-159) This, while, as we know, Muhamad is buried way feet under at Medina. The Koran denies the Divine Trinity; thus, Jesus will die before the last day. However, those Gospel truths inserted into the Koran grant him much more than Muhamad devised for himself, amongst them are His virginal conception, His miracles, and a Mother of incomparable greatness while not a single mention is made of Muhamad’s own mother. For these reasons, Arnold Toynbee (the great English historian of the XX Century) said that the Koran was a Christian heresy. A few quotations will suffice: “Behold!” The angels said: “Oh Mary! Allah hath chosen thee and made thee pure and chosen thee above the women of all nations.” (S.3A42) And: “Behold!” The angels said: “Oh Mary! Allah giveth thee glad tidings of a Word from Him: his name will be Christ Jesus, the son of Mary, held in honour in this world and the Hereafter And of those Nearest to Allah; He shall speak to the people in childhood and in maturity. And he shall be of the righteous.” She said: “Oh my Lord! How shall I have a son when no man hath touched me?” He said: “Even so; Allah createth what He willeth: When He hath decreed a matter, He but saith to it, ‘Be,’ and it is! And Allah will teach him the Book and Wisdom, the Torah and the Gospel, and a messenger to the children of Israel (with this message): I have come to you with a sign from your Lord, In that I make for you out of clay, as it were, the figure of a bird, and breath into it, and it becomes a bird by Allah’s leave; I heal him who was born blind, and the leper, and I raise the dead by Allah’s leave. And I declare to you what ye eat, and what ye store in your houses. Surely there is a sign for you If ye did believe; to attest the Torah which was before me. And to make lawful to you part of what was forbidden to you; I have come to you with a Sign from your Lord. So, fear Allah and obey me.” (S. 3A. 45-50)
As we can see, Muhamad is full of respect, marveled truly beyond compare by Jesus and by his Holy Mother. He may be denying the Trinity, but, ¿could he come any closer? The creation of the birds is an act of omnipotence ‘by Allah’s leave’ but proper only to God! Never could Muhamad claim to perform miracles of any sort, but raising the dead ‘by Allah’s leave’ is another pronouncement of the Trinity as never do the Divine persons act separately. He could have included the Holy Ghost in the name of Allah, were it not because he did ─ in a way─ surreptitiously do so! Take note: While insisting in a strict unipersonal monotheism, and even sustaining that accepting the Trinity (more companions to Allah) is the gravest of sins, we have the following from S.4.171 “The Messiah, Jesus son of Mary, was only a messenger of Allah, and his word which He conveyed unto Mary, and a spirit from Him.” If you capitalize the extract as follows: “, and his Word which He conveyed unto Mary, and a Spirit from Him.”  You have how close he was to “the Spirit from Him which conveyed his Word to Mary”. So, there is a mystery here which the author of the Koran immediately wants to dispel by adding: “So, believe in Allah and His messengers and say not “Three” Cease! It is better for you!...” Part of the mystery is solved by the time line. The rabbis were in a desperate situation in Europe. They had just lost their foothold in Spain by the conversion of the Spanish Visigoths from Arrianism to Catholicism, thus becoming a united hostile front against them. Their only hope was avoiding an Arab conversion so they went after the young upstart to horrify him with the possibility of idolatry hiding, as it usualy did, in polytheism. They got that far, but not much further into Muhamad’s mind.

Toynbee was right!

The Talmud

By a secret design of Divine Providence, the blasphemies, the errors and abuses in the Talmud had escaped scrutiny by the Doctors of the Church until this day. The wall hiding them has been, finally, taken away; and now there appear, clearly, the reptiles, the abominable idols which are adored by the House of Israel. (Excerpta Talmudica ─Brief by the University of Paris 1240 A.D.)

If the Battle of Armageddon were to take place today between bellicose Iran and the State of Israel, from our Christian standpoint, and judging by the contents of the Koran and the Talmud, the Iranians would impose a humiliating rout on the Israelies sending them all the way to Hell. The great respect granted to both, Jesus and Mary in the Koran, finds the most extreme counter in the book of the Jews. There is no literature comparable in any language that has devised a more demeaning, appalling insults as the Talmud piles on these two sacred figures of both Christianity and Islam. The Talmud is the Devil’s Book. It was opened for consultation on the Internet in 2003 where it remained at www.comeandhear.com until Hillary lost the election. Fortunately, two other websites picked it up:
and from both a copy can be downloaded before it is taken off again. Due respect to both, Jesus and Mary, impede repetition here of infamous blasphemies; but they are to be mostly found in Tractate Sanhedrin of the Talmud, its most conflicting treatise where you can consult the issue. Moreover, if you have ever come to wonder how it is that the most degrading legislation came to be imposed on a once Christian nation, without its simply having fallen out of the blue, well... it did not! They all come from the Talmud, whether it is pederasty which is not only accepted but even ruled in detail; to supremacist Jewish racism, to socialism and communism, to excessive taxation, to abortion, to same sex marriage, to pornography, to Evolution etc., you will find it there, to find them as actual and revealing of what is really happening as you might demand. Having the URLs above for full consultation, I will not bother you with more quotations fro the Devil's Book.

The truth shall make you free (John 8:32)

Lies, beware, are not only the dictatorship of the media as exposed by President Trump; they are also the religious dictatorship of American Evangelicals who side for Armaggedon with the Talmudists simply because the word Israel appears in the Bible! And the Vatican is no better! The exalted word Israel is used without Christ’s approval for our times, as they killed the prophets and sought to kill, and finally killed Him. The over abundant liars seek to exonerate them, but the Talmud ridicules any such attempts. Condemned by Jesus as sons of the Devil, as whitened sepulchers, as a brood of vipers, Our Lord condemned them also to death: But as for these enemies of mine, who did not want me to reign over them, bring them here and slaughter them before me." (Luke 19:27) And He took God’s Kingdom from them: "Therefore I tell you, the kingdom of God will be taken away from you and given to a people producing its fruits." (Mat 21:43) and gave it to the Romans whose armies would exterminate them in the Three Judeo-Roman Wars which took place between 66 and 135 A.D. Even the Talmud historically accepts this in Gittin 57b. For full information read my book “The Wars of the Iconoclasts” available at Amazon and other Internet bookstores.